Es un sincretismo cultural: mezcla de padre siriolibanés, inmigrante llegado a Colombia en 1910 y la sangre indígena, negra y española de su madre, hallada en América, beneficiario de una memoria atávica más allá de la herencia genética como la conocemos; quiere decir, cosmogónica y milenaria que hunde sus raíces en lo más profundo de la humanidad.
Nació en Pijiño del Carmen, departamento del Magdalena, en noviembre 24 de 1955. Inició estudios de primaria en su pueblo natal culminandolos en el Colegio Santa Cruz de Mompox. En la ciudad Valerosa, cursó los dos primeros años de bachillerato, en el Colegio Nacional Pinillos, terminando los mismos en el Colegio Distrital José Asunción Silva de la ciudad de Bogotá (1975). Egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, de Medellín (2004).
Un espacio creado para la poesia y la literatura
Así como el cuerpo se nutre de alimentos, la poesía y la literatura en general son el alimento del espíritu. Ya lo decía William Blake, que la poesía era algo como “Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre”.
El hombre pasa muchas horas estudiando, descubriendo todo aquello que lo rodea pero no dispone del mismo tiempo ni asume el mismo énfasis para conocerse así mismo.
Una de las funciones de la poesía consiste en viajar hasta lo más profundo de nuestros orígenes; será ganancia si alcanzamos a reconocer, a través de ella, la sombra que llevamos por dentro.